Ficha técnica
Título: Adivina Cuánto Te Quiero (Título original: Guess How Much I Love You
)
Autor: Sam McBratney
Ilustraciones: Anita Jeram
Año de publicación: 1994
Traducción: Esther Rubio y Teresa Mlawer
Editorial: Kókinos
Edición: Undécima/2014
ISBN: 978-84-88342-15-7
Resumen: Es la hora de dormir y a Caramelo, la pequeña liebre, lo que le apetece es jugar con su papá a medir cuánto se quieren. Finalmente, le vence el sueño y su papá le acompaña con un tierno beso y una medida de amor muy especial.
Mi análisis
¿Qué puedo decir de este cuento que no se haya dicho ya? Este best-seller de la literatura infantil se ha ganado a pulso su status entre los imprescindibles de cualquier biblioteca que se precie. Una historia sencilla, divertida y muy tierna que gusta a pequeños y a grandes por igual; si hay un cuento que no tiene edad recomendada es éste.
Éste, como todos los grandes títulos de literatura infantil, ha sido editado en múltiples formatos. Podéis encontrarlo en tapa blanda (el que tengo yo), desplegable o pop-up, mini desplegable, blandito “para abrazar”, gigante, libro con dvd, etcétera. También podéis encontrar las secuelas de este éxito de ventas: Mira todo lo que hago (un libro de pestañas para descubrir), Adivina cuánto te quiero – Aquí, allí y en todas partes
y Adivina cuánto te quiero – Durante todo el año
(cuatro libros en un estuche, uno por cada estación).
Personalmente, la estética de Adivina cuánto te quiero me recuerda un poco al mundo de Beatrix Potter; quizá no tanto por sus ilustraciones (que un poco también) como por la paleta de colores y la blanca nitidez de sus páginas. Por ello, a mí me tuvo ganada desde el primer instante y enseguida tuve claro que sería una de las primeras adquisiciones para la primera biblioteca de mi hija.
Divertido y muy tierno de contar, podemos aprovechar para reproducir con nuestros pequeños las mismas escenas que protagonizan Caramelo y Papá Liebre, tanto las de hacerles volar por los aires como las de achucharlos y llenarles de besos.
Un cuento respetuoso en el que no se espera que el niño se duerma sólo y cuando quiera el adulto, sino en el que el papá acompaña a su hijo hasta la consecución del sueño e, incluso, sigue a su lado una vez dormido.
En definitiva, una buena excusa para decirnos mucho cuánto nos queremos. Sin duda, un must para vuestras estanterías.
¡Disfrutadlo!