Soy Madre
Sí, Soy Madre. No me he exprimido mucho los sesos para bautizar esta sección, ¿verdad? Pues no lo he hecho por una simple razón, y es que ahora: Soy Madre.
Así, con mayúsculas, a tiempo completo. El terremoto de la maternidad ha supuesto para mí no disponer de mi tiempo, de mi cerebro, de mi cuerpo, de mi sueño ni siquiera de mi oxígeno desde que nació mi pequeña -no es una queja, es una descripción. Desde ese maravilloso e indescriptible momento en que pasó de mi vientre a mis brazos a mi pecho, todo mi mundo gira a su alrededor y todo aquello que no tiene que ver directamente con ella se hace en un “corre-corre” y “cómo quede, quedará” frenéticos.
Y ahí viene lo más hermoso de haberme convertido en Madre, haber descubierto que no soy una única persona; ahora sé que soy muchas personas. Soy escritora, soy trabajadora a sueldo, soy pareja enamorada, Soy Madre y, por encima de todo, he conectado con lo más profundo y primitivo de mi identidad: soy mujer, muy mujer.